miércoles, 8 de septiembre de 2010

Para otros usos de este término, véase Mar (desambiguación).
Un mar es una masa de agua salada de tamaño inferior al océano, así como también el conjunto de la masa de agua salada que cubre la mayor parte de la superficie del planeta Tierra, incluyendo océanos y mares menores.

El término de mar también se utiliza para designar algunos grandes lagos, como el mar Caspio, mar Negro, mar Muerto o el mar de Aral. Se habla entonces de mar cerrado o interior.

Ateniéndose al uso que de ella se hace, cabe observar que la gente de mar y los poetas tienden a atribuirle el género femenino. Fuera de esos dos ámbitos, se ha generalizado el uso masculino de la palabra ("el mar"). El Día marítimo mundial es el 26 de agosto.[1]

Contenido [ocultar]
1 Definición de mar
2 Clases de mares
2.1 Mares litorales
2.2 Mares continentales
2.3 Mares interiores
3 Mares por continentes
4 Mares extraterrestres
5 Véase también
6 Notas
7 Enlaces externos

[editar] Definición de mar
La definición comparativa de mar como «extensión de agua salada menor que el océano» establece una clasificación de las extensiones de agua salada en que los océanos serían las mayores extensiones y vendrían luego, de diferentes tamaños, los mares. Los mares se diferencian principalmente por el contacto con el océano, pudiendo ser abiertos o cerrados: si está rodeado casi totalmente por tierra, como el mar Negro, se habla de mar continental, mientras que si está muy abierto, como el mar de la China, se habla de mar litoral.

La distinción entre mar y océano obedece a diversas causas, sobre todo cuando se habla de mares abiertos en que suele distinguirse atendiendo a la situación geográfica, generalmente enclavada entre dos masas terrestres o, a veces, las menos, a la posición de la plataforma continental. Algunos ejemplos de esto son los siguientes: el mar del canal de La Mancha comunica con el océano Atlántico por el mar Céltico, pero se distingue por su posición entre la costa sur de Inglaterra y la costa norte de Francia. Otro caso muy claro es el mar Mediterráneo, que comunica con el océano Atlántico por el estrecho de Gibraltar y se distingue claramente por estar enclavado entre Europa, Asia y África, al punto de que tiene unas condiciones marítimas muy diferentes (diferentes temperaturas, diferente fauna y flora, y mareas de diferente amplitud). Otro mar abierto, en este caso el de los Sargazos, con su acumulación de algas a lo largo de la Florida, se distingue del océano Atlántico de forma totalmente arbitraria.

GABRILA BERUTTI Y AGUSTINA CASTRO

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