La ortografia del inglés se fijó aproximadamente hacia el siglo XV. Aunque desde entonces la lengua ha sufrido importantes cambios fonéticos, especialmente en las vocales, lo cual hace que la ortografia no sea una guía segura para la pronunsación . A modo de ejemplo podemos considerar la secuencia -ea-, que tiene hasta siete pronunciaciones disferentes sólo parcialmente predicibles a partir del contexto fonético
Marcia Ayala
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